En 1978, Maya Angelou escribió y publicó este poema Y todavía me levanto (Still i rise) en los Estados Unidos racialmente atormentados de la época. Este poema edificante se ha convertido en un himno para todos los oprimidos de este mundo. El mensaje es claro, a pesar de los golpes, las víctimas se levantarán frente a la adversidad, como el fénix saliendo de las cenizas, aún más fuerte, aún así me levanto. A su lado, muchas mujeres de todo el mundo escriben para denunciar los abusos de las libertades de las mujeres.

 

2018, la violencia persiste, permisiva, tortuosa, adornándose con diferentes galas: golpes, leyes (o no votar), palabras, cultura, males, violencia singular y / o repetida .... El aumento de los extremos, ya sean políticos, religiosos o culturales, exacerba la frustración y hace que lo impensable sea casi legítimo. Aceptamos porque al fin no es tan grave. Las mujeres son las primeras víctimas. Como dijo Simonde de Beauvoir, "Nunca olvides que una crisis política, económica o religiosa bastará para cuestionar los derechos de las mujeres. Estos derechos nunca se adquieren. Debes mantenerte alerta por la vida".

Así que vamos a luchar contra este machismo, contra esta sociedad que nos obliga a ser o hacer, contra este mundo en regresión que olvida los derechos fundamentales privilegiandolos del dinero, por la libertad, por la solidaridad, por ser lo que somos y no lo que el mundo espera de nosotras.

Este trabajo experimental intenta captar estas palabras, estos "golpes", esta violencia, estas prohibiciones recibidas, pero también la fuerza interior que permite luchar, aguantar, vencer a veces.

El blanco y negro y el tratamiento permiten una generalización de la mujer sin idea de lugar o país,ni tampoco de tiempo.

El uso del rojo como color de intervención es una reminiscencia de la sangre y de la lucha tejida en las imágenes como en los genes. Los elementos muy femeninos de la costura, el hilo que une, los lazos de sangre el de la vida simbolizan las hijas de la luna y, y la cremallera pues, el desgarro.

 

Proyecto Rise, laboratorio experimental